¡Pimienta Picante!
Decir
que es delicioso el picante dependerá de usted y sin duda alguna de su
umbral de tolerancia. Esa sensación de picor, ardor o quemazón en el
paladar que producen las pimientas, los chiles, el jengibre, la mostaza y
el wasabi es debida a varias sustancias químicas muy diferentes unas de otras.
“Picantes,
especiados, ácido, punzantes, áspero, punjante, astringente”… cada una
de estas sensaciones son diferentes y frecuentemente aplicamos estos
adjetivos sin propiedad.
Picante,
en lo referido a una especia, puede significar desde que tiene un
agradable sabor acre y pica ligeramente hasta que se percibe una
sensación de calor extremo en boca. Sin embargo las especias picantes
hacen mucho más que picar o quemar, pues al igual que todos los
alimentos tienen sabores complejos. Tenemos por ejemplo, el caso de los
chiles y sobre todo aquellos que son picantes; solemos separarlos en
función de su intensidad y aparte, imparten a nuestros platos notas
terrosas, afrutadas, ahumadas, dulces o florales que los hacen únicos.
La
pimienta es una de las especias clásicas más antiguas. Es elemento
básico para preparar muchos condimentos como por ejemplo el curry. La
pimienta negra, blanca y verde proceden de la misma planta (Piper nigrum
que en latín significa literalmente pimiento negro), sus colores son el
resultado de los diferentes estados de madurez al momento de la cosecha
y de diferentes sistemas de procesamiento.
Cuando
se recogen las bayas casi maduras y se dejan secar al sol, las enzimas
(proteínas que catalizan las reacciones químicas) las vuelven negras y
así el producto es transformado a granos de pimienta “negros”, aparte de
que son redondos y arrugaditos y los reconocemos como de sabor
ligeramente punzante.
No
debemos perder de vista que las pimientas negras y blancas proceden de
la misma baya, solo que se recogen y se tratan de forma distinta. Los
granos verdes se recogen cuando están blandos antes de que maduren, y se
secan o se encurten en salmuera o vinagre pudiéndose utilizar como
alcaparras, estos granos son muy preciados porque también son muy
difíciles de encontrar pero al hacerlo se pueden emplear en salsas para
carnes, guisos y estofados. Los granos blancos se recogen ya maduros,
cuando se han puesto rojos, pero se dejan que fermenten ya que con la
fermentación se ablandan y se retira la cascara fácilmente quedando solo
la semilla pálida del interior, se usa para condimentar salsas suaves,
guisos de pescados, arroces y verduras.
La descripción sensorial de las pimientas en general podría ser: Picante, algo amarga pero de escaso sabor. Se debe tener en cuenta que el grado de “Picor” es diferente en cada tipo de pimienta, pues tenemos el caso de que la pimienta blanca con cáscara es la más picante pero tiene menos aroma que la pimienta negra. Sin embargo la pimienta blanca sin cáscara es más suave que las otras variedades.
Ahora
nos podemos preguntar: ¿Qué es lo que hace que esa especia pique? Pues
aquí lo tenemos: el compuesto químico punzante de la pimienta es la
Piperina (sustancia alcaloide de enlaces covalentes), el principal
ingrediente aromático (aceite esencial) que liberan los granos de
pimienta cuando se rompen.
Molécula de Piperina
Los granos de pimienta contienen entre: 1-2,5% de aceite etéreo, 5-9% de piperina, 1% chavicina, 8% piperidina, 6-8% aceite grasoso, 0.5% de resina, 22-42% de almidón y entre un 8-13% de agua.
La cáscara del grano, dejada en la pimienta negra, también contiene terpenos olorosos (pineno, sabineno, limoneno, cariofileno, linalol) que aportan notas y toques cítricos, leñosos y florales. Estos olores faltan en la pimienta blanca ya que como se señaló anteriormente se le quita la cáscara, sin embargo también ocurre que la pimienta blanca puede adquirir en la etapa de la fermentación diversos olores (incluido el mohoso, así que ¡ojo con esto!).
A medida que el aceite esencial se evapora (muchas veces por la exposición al aire o a la luz) la pimienta molida pierde fuerza, esa es la razón por la que en nuestras preparaciones debemos utilizar pimienta de la que viene en envase de vidrio y trae un molinillo incorporado para molerla al instante.
Para su almacenamiento es recomendable el uso de envases herméticos siendo los de vidrio los mejores ya que evitan la permeabilidad del oxigeno del aire y la volatilización de los aromas es mucho más lenta. Un sitio fresco y oscuro es lo ideal. De ser expuesta a la luz durante su almacenamiento, pierde su poder picante, debido a la energía lumínica que reorganiza la piperina, formando una molécula casi insípida llamada Isochavicina (isómero de la piperina), la cual tiene 5 veces menos pungencia que la molécula original.
Georjay Romero.
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