Empresarios, Cocineros y Cultura Gastronómica? Parte 2
¿Sabia usted que la relación entre la cultura y la empresa privada puede ser nula y distante?, pero tambien puede ser provechosa para ambas partes. Una empresa privada puede ser difusora de la cultura sobre todo cuando se trata de gastronomía, de eso que llamamos cultura gastronómica o identidad gastronómica.
Milton Friedman, quien fuera ganador de premio nobel de economía en 1976 debido a sus logros en los campos de análisis de consumo, historia y teoría monetaria, y por su demostración de la complejidad de la política de estabilización, fue un destacado economista, intelectual y profesor de la Universidad de Chicago y también gran defensor del libre mercado, pero con todo, regañó alguna vez a los empresarios por distraerse de su misión social: hacer dinero. Crear empleos, mejorar el ambiente o cualquier otro objetivo le parecían «puro socialismo» («The Social Responsibility of Business is to Increase its Profits», The New York Times Magazine, 13/09/1970). Sin embargo, el concepto de empresa socialmente responsable se extendió, como puede verse en la Harvard Business Review y en la moda de establecer principios de acción empresarial (mission statements). Una cosa es creer en el mercado como la solución más práctica para infinidad de cosas, y otra es tenerle fe como remedio teórico ideal para todo.
Destaca Gabriel Zaid (www.malpensante.com) q si todo fuera mercantil, y el mercado fuera perfecto; si todos los valores pudieran expresarse como precios, y la satisfacción de todos maximizarse comprando y vendiendo competitivamente, el valor agregado por las operaciones lucrativas sería la suma de todo lo humanamente valioso. Las utilidades de cada empresa serían el reflejo exacto de su aportación al bien común. Lo mejor para todos sería el lucro máximo.
Pero el desarrollo del bien común ni está peleado con el lucro ni puede reducirse a lucrar. La vida económica es parte de una vida más amplia: personal, familiar, social, política, cultural y religiosa, lo mismo en las tribus nómadas que en la vida moderna.
Un empresario, como todo ser humano, es mucho más que un Homo economicus. Tiene aficiones, entusiasmos, sueños de realización personal y de vida en común que rebasan el ámbito lucrativo. Limitarse a lo que es negocio sería una mutilación del desarrollo personal y social.
Un cocinero puede convertirse en empresario y prepararse para tal. El oficio de cocinero parte precisamente de una inquietud muy personal por crear a través de la libertad que da la expresión artística de cocinar. Es una decisión que va acompañada de aprendizajes, retos y grandes sueños; en este oficio el individuo va desarrollando sensibilidades ignoradas ante la vida, se incrementa el sentido de responsabilidad ante el entorno y el sentido de importancia dentro de la sociedad es uno de los factores que aumentan su autoestima personal. El mejor punto es que se logra ver el mundo desde una perspectiva nueva desde un punto de vista gerencial sin llegar a la facilidad ni a la practicidad de todo lo que se realiza.
En la práctica, los empresarios actúan como líderes sociales en un sentido amplio. Los ejemplos abundan. El más notable ha sido el de los Medici, que hicieron grandes negocios y pasaron a la historia como promotores del Renacimiento. ¿Podrá esto aplicarse a un Cocinero?.
Claro que también existe el empresario miope ante la historia, el interés social y hasta sus propios intereses. Se atribuye a Lenin una burla sobre la tontería de no ver más que la ganancia inmediata: los capitalistas nos venderán las sogas con que vamos a colgarlos... es de hacer notar que no se puede ignorar el corto plazo como oportunidad, ni como problema; pero la visión del futuro de la gastronomía venezolana debería enmarcar las acciones de corto plazo.
Una buena proyección a corto plazo para valorar e incentivar a la instauración de una verdadera identidad gastronómica venezolana podría ser la de registrar detalladamente las recetas de los platos típicos de cada región, tal como lo hizo Gamal El Fakih con su libro “Las recetas olvidadas” quien ganó el 3 de Marzo del 2011 en Paris el 3er lugar en el Concurso de "Mejor Libro de Cocina del Mundo" durante el prestigioso evento "Gourmand Word Cookbooks Awards 2011"… esto es solo un comienzo y estoy segura de que cada lector tendrá una grandiosa idea con la que se podría iniciar un gran proyecto para difundir la importancia de formar una verdadera identidad gastronómica venezolana.
Todo creador culinario, entiéndase también como todo emprendedor culinario o todo empresario culinario, debe tener los pies bien puesto sobre la tierra, pues juntamente con esas ganas de crear, inventar y trascender en la cocina deben armarse con las herramientas necesarias que solo la educación y capacitación pueden brindar, en el área culinaria son muchas las oportunidades de crecimiento tanto personal como profesional, y es seguro, como ocurre con todas las demás disciplinas, que con dedicación, respeto, esfuerzo e integridad podrán llegar a ser referencia mundial y eso que se nombró anteriormente: Lideres sociales en un amplio sentido.
Hay mucho que desarrollar en materia culinaria en Venezuela, hay muchas razones por las que luchar para distinguirnos a través de nuestras sazones, abramos los ojos de una vez por todas y creamos cada día más que es nuestra identidad culinaria una de las principales disciplinas que seguirá enriqueciendo e impulsando el país más allá de nuestras fronteras.
Georjay Romero
@GaRuaGR
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